Hubo una terrible confrontación,
cientos de miles participábamos,
fue una carrera por la vida,
egoísta, sin piedad ni consuelo.
Solo uno podía llegar al final,
solo uno seria el primero.
Sin planes ni estrategias,
sin ventajas ni contemplaciones,
luchar en cada centímetro hacia la meta,
sin pensar, sin sentir, sin conocer el destino,
solo impulsado por un tremendo objetivo,
el mejor premio que pudiera pretender.
Y así luche, empuje y me arrastre,
entre tantos que querían lo mismo que yo,
un yo sin ser yo y un ellos sin ser ellos.
Sin escrúpulos, sin odio y sin amor,
solo con un instinto primario, único.
Llegue, gane, fui el primero
y hoy que ahora siento y pienso,
que bueno fue ganar, llevarme el premio
y los otros, los cientos de miles que perdieron,
que hubiesen sido, si hubieran llegado primero.
Octubre 2011
