Para poder seguir tuve que vivir en mis espacios
aprendiendo a transformar aquel llanto en alegrías,
comprendiendo que las mujeres que había conocido,
solo fueron un feliz paso hasta encontrar mi destino.
De mis tristezas he intentado de olvidarme por fin,
de mis olvidos he tratado de perdonarme en este día
y de los errores que pude cometer solo por torpeza,
con vergüenza me he disculpado ante quien debía.
Tengo la suerte que pocos tienen en este mundo,
sin saber si podré retenerla por siempre a mi lado,
nada importa haber vivido interminables mil años,
si poco feliz has de recordar con verdadera gracia.
Para mi pobre alma un generosos desvelo tengo,
que con calma ternura cura todas mis viejas heridas,
logrando renacer fuerte al hombre perdido en mí,
que de arrastrase en el lodo y la locura creía muerto.
La desgracia puede golpear mi puerta esta mañana,
pero poco importara pues ya la he vencido desde hoy,
nadie podría destruir la felicidad que he disfrutado
y el resto son sólo recuerdos guardados en mi pasado.
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