Poema: "Un vampiro real"

Sombras nacientes en el horizonte, sol oculto de espaldas a mi mundo y en las tinieblas, pájaros dormidos en las arboledas bajo la tenue luz de una luna a medias. La noche acaricia la tierra y el cansancio derrumba a los buenos hombres, solo los vampiros como yo se desplazan en la oscuridad,  buscando un cuerpo donde rendir su debilidad viciada de tormentos. Pocos transitan las calles, pero ellas están desde todos los tiempos, esperando la llegada de seres como yo, para venderle sus resquebrajadas almas. La lujuria se comercia en las penumbras, para cubrir los rostros de los mercaderes, que detrás de una máscara de complacencia, sufren su agonía en silencio. Tanto uno como el otro somos víctimas de nosotros mismos, unas por el dinero necesario y otros por el placer indispensable, pero ambos hemos de fundirnos en un lamento, que haremos sordo para soportar la tortura. Tu has de entregarte a mis deseos y yo he de someterme a mis pecados, pero los dos deberemos aceptar la condena, cuando nuestro delito sea revelado. En la miseria juntos seremos arrastrados, por la señal de aquellos que nobleza ostentan y en la mentira encierran sus vidas, colmadas de sinsabores y de pureza. Luz maldita quieres destruirme, debo escapar de tus garras y solo seré salvo en mi claustro, donde en mínimas horas he de ser visitado, por todos los fieles que atrae el campanario, pronto deberé ser nuevamente el guía, que conduce a un estúpido rebaño...


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