Poema: "Tal vez"




Tal vez es aquella tarde, cuando desde la galería del caserón, observé extasiado la lluvia
que acariciaba el campo, deslizándose rumorosamente sobre los verdes pinos y cipreses,
el perfume de los jazmines que pretendía abarcarlo todo en su derredor, compitiendo con
la húmeda brisa que cargaba fragancias más lejanas de los naranjos, manzanos y trigales.

Tal vez es ese llanto, que atravesando los muros, llegaba hasta mí como una breve canción,
como una disculpa por el padecer de mi madre, como involuntario cómplice arrepentido,
que exclama su presencia ante mi sorpresa y declara con todas sus fuerzas su pretensión,
ser el último varón del trío, que de ser previsto, probablemente, me llamaría Segundino.

Tal vez es ese primer beso, que surgido de mi imprudencia, logré robar casi al descuido,
infame atrevimiento que cobró un ligero rubor en las mejillas aún acarameladas de ella
y produjo el temblor vergonzoso de mis manos, dejando indisimulable lo por mí sentido,
pero sin arrepentimiento, debido al placer de sus entornados ojos de pequeña doncella.

Tal vez es ese otro llanto, el que cambiaría mi joven existencia con absoluta impunidad,
arrastrándome sin opción a un nuevo escenario, un infinito laberinto de preguntas torpes,
de emociones desconocidas, cataratas desbordantes por el torbellino de esa sutil deidad
que dejó sin excusas mis errores, sometiendo mi albedrío a su antojo, haciéndome padre.

Tal vez es esa mujer, que llegó a mí cuando menos lo esperaba, para confirmar mi suerte,
muchas veces obviada por pasiones agitadas en varias décadas, acumuladas y frecuentes,
que de alguna forma crearon en temprana edad mi arrogancia y quizás alguna pobre virtud,
pero pude corregir, en cierto modo, por la influencia de nuestro amor y su magna plenitud.

Tal vez es todo un solo espejo, que al estallar se expande por doquier en su fragmentación
y cada trozo refleja un espacio diferente, un distinto instante, una imagen de mi memoria,
los cuales no creo poder reunir por completo, quedarán muchas pequeñas partes perdidas,
pero, las que puedo rescatar me bastan para comprender que única y hermosa es la vida.