Mis frases 11

 


La transferencia de las creencias de nuestros progenitores, es el primer intento de adoctrinamiento que debemos superar.

Uno de los grandes pecados de la humanidad es haber creado dioses.

Los deseos generan el propio destino, los fracasos inevitables nos perturban creando frustraciones que nos hacen pensarlos irrealizables. Convivir con nuestras equivocaciones, sin ignorarlas, es la forma criteriosa de aceptación y aunque la tarea parezca infinita, razón de más para intentar realizarla sin demoras.

La vida es una aventura real, mayor a cualquier fantasía.

Hay veces que me gustaría creer en la reencarnación, para renacer en cualquier animal y así no sufrir la vergüenza de ser humano.

La realidad suele ser incomoda para aquellos que desean soluciones fáciles.

La sabiduría comienza después de los sesenta años, antes es simple genialidad.

La vida es más maravillosa, por insegura y caótica.

La laxitud en el accionar termina siendo un laxante para el cerebro.

Pasajes de la vida, conjugados en el tiempo, reviviendo instantes en incesantes ecos. Torbellino de recuerdos donde el placer selecciona lo prevalente y nos envuelven en una nostalgia dulce y dolorosa, añorante. Cuando el futuro es cercano, el pasado cobra nuevos y desmedidos valores, que solo el cognoscente puede interpretar, para jugar el juego que, inexorablemente, perderá, donde lo único importante es como se ha jugado.

La realidad es un mundo de fantasías, deseos y frustraciones.

La felicidad plena solo puede existir estando en paz con uno mismo, luego de haber realizado una autocrítica honesta y despiadada.

Es bueno y divertido ver al artista que maneja una marioneta, es malo y triste no ver los hilos que manejan nuestras vidas.

Algo de lo que la humanidad jamás podrá librarse, es de los pelotudos.