Poema: "Mis sombras"


Se arrastran por los rincones y crecen a mi espalda,
sombras traicioneras que pacientes me acechan,
esperando un descuido —solo necesitan un segundo—
para invadirme, atraparme con su profundo abrazo.

Y yo, incomprensible, hasta gentil les permito existir,
inundándome en su tristeza que también es gozo,
en su carga de feliz nostalgia y vergonzoso dolor,
en su irremediable expresión marchita y despiadada.

Y siempre estás vos, constante recuerdo imborrable,
que me brinda calor y amargura, deseo y frustración.
Vos, que supiste arrancar los suspiros de mi pecho,
sometiendo mis ojos con tu mirada, esclavizándome.

Y de aquel sol que con mis manos intentaba cubrirte,
para que no interrumpiera tu sueño sobre mi falda;
y aquel encuentro inesperado que sorprendió a mi alma,
con la torpeza con que mi desbordante amor me idiotizaba.

Sombras, mis sombras, que no tienen pudor, atrevidas...
tranquilas, no se apresuren: falta mucho para el día.