y la realidad se confunde en el tiempo.
Despertar abrazando una idea absurda,
que se pierde en tan solo un instante.
La tristeza me invade impiadosa,
bajo el pretexto de una conciencia cansada.
Me desespera la impotencia ante lo inevitable,
creando fragmentos, trozos de vida,
que quieren sobreponerse, perdurar, crecer,
mantenerse intactos en lo eterno de un segundo.
Busco en todos los rincones de mi mente,
hurgando en acumuladas décadas pasadas,
pero se escapa, huyen de mí, ya no me desea.
¿Será la respuesta de la sutil locura?,
¿o solo será el castigo del pueril olvido?
¡Como extraño la pureza de mi inocencia!,
de esa torpe imaginación que desbordaba,
creando universos de misterio y de gracia.
Me ha abandonado, ella se ha ido, ha huido
y no hay manera prudente que la haga regresar.
De nada sirve la gentil añoranza,
nada puede devolverla, se ha despedido,
solo me queda llorar, mi perdida fantasía.