Tentado por esa vieja necedad
de andar creyendo lo imposible,
si atrapar al viento con una mano
supuse deber probo y necesario.
Si la inteligencia fuese común
y la tolerancia una noble virtud,
podría ser Auguste o un clown,
para un circo de gran magnitud.
Si los sueños son inalcanzables
y los deseos tan inmensurables,
podría ser el hacedor de dioses,
por comprender las necesidades.
Si la humildad ocultara gentileza
y la sinceridad moneda corriente,
podría ser el custodio penitente,
de la bella hipocresía de la gente.
Si de mí depende, en mi morada
seré lo que deba ser, sin ser nada.