Como un manantial que aplaca la sed
de un peregrino que transita su destino.
Como una luz que guía los pasos,
rescatando de la oscuridad a un pobre ser.
Como la brisa que empuja las velas
de un náufrago perdido en el horizonte.
Como la lluvia que inunda un desierto,
creando un mágico y nuevo reverdecer.
Aquella que comparte los versos nacientes
del humilde poeta, abrazando sus sueños,
y en la penumbra entrega su alma inocente.
Aquella que cura heridas infligidas
por las batallas perdidas de un viejo guerrero,
y en tu gracia, Stella, renace un joven cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario