Cómo soportar
el látigo de tus ojos,
al escrutar
aquellos que avergüenzan
y que no sé disimular.
Cómo transitar
el jardín del paraíso,
con la desnudez
de cuerpo y alma,
si tu mirada impía
desnuda cada traición,
cada secreto guardado.
Cómo intentar
un nuevo renacimiento,
si la piel sangra
por viejas heridas,
que ni tus caricias
y rezos pueden sanar.
Cómo seguir
en esta batalla,
sabiendo que solo
se sumarán víctimas,
si la rendición
es derrota final,
si todo termina
en sombra y olvido.
Cómo atacar
mi incomprensible actitud,
sin conocer
mi testaruda obsesión,
fatal para quienes
no comprenden mi ser,
ni el irónico juego
que suelo practicar.
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