Poema: "Ella al caer"


Llueve. Detrás de la ventana la observo, extasiado: tan cristalina y fresca, tan contundente y frágil.
Absorto, no puedo apartar mi mirada del brillo que produce, transformando todo a su alrededor.
Parece todo inútil y vano en su presencia, incontenible, sublime, y al mismo tiempo indispensable.

La tarde se pinta con sus colores; la tierra se estremece suavemente, pero percibo su vital vibrar.
Todos parecen huir, corren tratando de ignorarla, como si fuera posible no notar su existencia.
Ella sigue imperturbable, mágica, como intentando hablarme, tocarme a través de la ventana.

El tiempo tiende a detenerse; nada me importa, solo quiero escuchar su murmullo, comprenderla.
Su presencia me regala aromas, me renueva, me obliga a desearla, a sentirla sobre mi cuerpo.
No sé cuándo comencé a amarla ni cómo aprendí a entenderla; solo sé que es única para mí.

Llueve. Mi reloj se detuvo. Por fin cruza la calle, entra al bar, se acerca a mi mesa y me sonríe.





No hay comentarios:

Publicar un comentario